El Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) y el Hospital Regional de Málaga, estudian la relación de un biomarcador presente en la sangre, el ácido lisofosfatídico (LPA), con los déficits cognitivos diagnosticados en pacientes que son consumidores habituales de alcohol. El LPA es un lípido bioactivo involucrado en patologías inflamatorias y fibróticas, como la artritis reumatoide o las fibrosis pulmonares.

 

La investigación se encuentra publicada en la revista 'Scientific Reports'. La investigadora perteneciente al IBIMA y al Hospital Regional Universitario de Málaga, Nuria García Marchena y la investigadora Sara Borrell del Hospital German Trias de Badalona, encabezaron el estudio donde se evaluaron los niveles de las principales especies de LPA en el plasma de pacientes con un historial de alcoholismo.

 

Los datos preliminares han demostrado que las concentraciones en la sangre de ácido lisofosfatídico estaban alteradas en las personas con este tipo de trastornos, asociándose con variables clínicas y neuropsicológicas indicativas de su deterioro.

 

En el estudio han participado 55 individuos abstemios previamente diagnosticados con trastornos por abuso de alcohol. Se les realizaron 34 controles comparables en edad, sexo y peso corporal, una evaluación clínica, un perfil socio-demográfico y una evaluación cognitiva sirviéndose de entrevistas personales de diagnóstico. También se les tomó una muestra de sangre para la obtención de plasma y posteriormente cuantificaron los niveles circulantes del LPA total y de sus principales especies.

 

En este sentido, los investigadores responsables del estudio, Antonia Serrano y Fernando Rodríguez de Fonseca, pertenecientes al grupo de 'Neuropsicofarmacología' de IBIMA, adscrito a la Unidad de Salud Mental del Hospital Regional de Málaga, señalan que este factor se añade a otros descritos en trabajos previos del grupo de investigación en esta área, resaltando la importancia del deterioro cognitivo asociado al consumo de alcohol. En estudios previos se habían demostrado que la asociación entre el factor de crecimiento neurotrófico derivado del cerebro – una familia de proteínas capaz de contribuir a la supervivencia de las neuronas, evitando la muerte neuronal y la disfunción cognitiva -, tiene estrecha relación con el déficit cognitivo asociado al consumo de alcohol.

 

Relacionan un biomarcador en la sangre con déficits cognitivos derivados del uso de alcohol

 

Rodríguez de Fonseca asegura que este estudio demuestra "que las concentraciones de LPA estaban disminuidas en el plasma de pacientes con trastornos por uso de alcohol en comparación con el grupo control, estando asociadas a deterioro cognitivo". Esta disminución era mayor en el caso de los hombres en relación con las mujeres. En este sentido, los resultados de la evaluación cognitiva muestran que los pacientes con trastorno por uso de alcohol presentan un déficit en la función ejecutiva del 22,4% y un déficit de memoria del 32.6%. Antonia Serrano, como coordinadora del estudio, ha destacado que "los resultados obtenidos muestran que los niveles circulantes de LPA están alterados en pacientes diagnosticados con trastornos por abuso de alcohol". Dado el papel que las especies de LPA tienen en los procesos de plasticidad del sistema nervioso, este descubrimiento abre vías a la prevención y tratamiento de las secuelas cognitivas asociadas a la adicción al alcohol.