Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y Delito (UNODC), es importante conocer y entender el porqué este grupo es más propenso al consumo así como los riesgos para elaborar estrategias y decisiones que permitan prevenir y actuar antes estas situaciones.

 

Su estudio sobre 'Abuso de drogas en adolescentes y jóvenes y vulnerabilidad familiar', informa que "existe suficiente información epidemiológica para sostener que los púberes y adolescentes son los más vulnerables al consumo de sustancias legales, ilegales y drogas médicas, dado que su identidad se encuentra en un estado de formación". La fácil accesibilidad a muchas de estas sustancias cómo el alcohol y tabaco hace que el riesgo aumente.

 

Además, entre las principales causas de consumo se encuentras factores como problemas familiares, factores de predisposición y trastornos psicológicos, según explica el estudio 'Los adolescentes y el consumo de drogas', llevado a cabo por Elisardo Becoña Iglesias, profesor del Departamento de Psicología clínica y Psicobiología de la Universidad de Santiago de Compostela, en Galicia.

 

El informe de la UNODC también pone de manifiesto una serie de factores específicos de la adolescencia que aumenta la probabilidad de que los jóvenes consuman drogas y que tienen que ver con el hecho de que se encuentran en una etapa de desarrollo físico (pubertad), emocional, psicológico y sociológico.

 

 Los adolescentes son más vulnerables al consumo de drogas

 

Algunos de estos factores son el sentimiento de invulnerabilidad. El 'Informe Juventud en España del Instituto de la Juventud' asegura que casi un tercio de las parejas de adolescentes no suele usar ningún método anticonceptivo en sus relaciones. La curiosidad, la imitación y el afán de independencia serían otros puntos a tener en cuenta en esta etapa vital.

 

Como indicadores podemos observar que los jóvenes que consumen este tipo de sustancias pueden presentar una serie de cambios en su conducta y hábitos que podrían dar ciertas pistas a su entorno para detectar si consumen: Irritabilidad y desarrollo de una conducta agresiva, hiperactividad, pronunciación lenta, pereza, apatía o somnolencia constante, ojos inyectados en sangre, pupilas dilatadas o puntiformes, mentir, robar…