Un estudio científico ha evaluado la relación que existe entre los daños sufridos en la infancia/adolescencia con el consumo de alcohol y cannabis, dicha investigación ha sido llevada a cabo por investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad Loyola y del Grupo de Investigación en Familia e Infancia (GIFI) de la Universidad de Oviedo.

 

Hasta la fecha no existían datos que relacionaran la victimización y el consumo de substancias adictivas. Para el estudio se ha contado con una muestra de jóvenes que residen en hogares de acogimiento residencial terapéutico al estar demostrado que experimentar estos tipos de victimización se relacionan con problemas de salud mental en comparación con los de la población general.

 

Se ha confirmado que más del 70% de estos jóvenes tienen problemas con el consumo de drogas. Los resultados, con los que concluyen el estudio, relacionan que el consumo de substancias adictivas está unido, de forma frecuente, como forma para afrontar tales problemas, el estudio también hace referencia al concepto de victimización, entendido como cualquier daño que sufre una persona como consecuencia de la acción causada por otra, violando las normas sociales en los que se incluye sufrir experiencias como el abuso físico y sexual, la negligencia, el bullying, o el acoso a través de las redes.

 

 Los abusos en la infancia se pueden transformar en adicciones en la adolescencia

 

En el artículo, titulado 'Victimization and substance use among adolescents in residential child care' y publicado en la revista ‘Child Abuse & Neglect’, se realiza también una referencia al concepto de polivictimización en la que sufrir múltiples experiencias de victimización implica una mayor intensidad del daño. En el estudio se detecta como consecuencia de una mayor incidencia del consumo de alcohol y drogas en estos jóvenes.

 

Sergio Fernández Artamendi, autor principal del estudio y director del Máster en Intervención Psicológica en Adicciones de la Universidad Loyola comenta que, "nuestro estudio destaca la importancia de hacer detección e intervención tempranas sobre los niveles de victimización y las consecuencias que pueden tener estas en los jóvenes, así como intervenciones adecuadas con estos menores para abordarlas".