En casi todos los países de la Unión Europea se ha experimentado un aumento diario o regular del consumo de cannabis, siendo Portugal y España dos países a destacar según desprende el estudio realizado por el Departamento de Investigación Interdisciplinaria sobre Adicciones (ZIS) de Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf (UKE) en Alemania.

 

El estudio se puede consultar en la publicación 'The Lancet Regional Health'. En este se puede extraer que el consumo de cannabis es una práctica más común en los países occidentales que orientales. La recopilación de datos efectuada entre 2013 y 2019 muestran que la prevalencia de uso del cannabis al mes anterior fue inferior al 1% en Malta, Hungría y Turquía. En Croacia, Italia, Países Bajos, entre el 5 y el 6% de los adultos informaron haber consumido cannabis el mes anterior. Pero las tasas de su utilización más elevadas se registraron en España (9,1%) y Francia (6,4%).

 

En otra franja de años, del 2010 al 2019, el número de individuos que declararon haber consumido cannabis en el último mes con un incremento del 27% fueron Reino Unido, Noruega y Turquía. Este cambio es más acentuado en el rango de edad de mayores de 35 años. En países como Francia, Países Bajos y España, se identificaron unos aumentos sustanciales entre los adultos de mediana edad. A la contra está Alemania, que informó de un aumento del consumo de cannabis en el uso total que fue impulsado, principalmente, por los adultos de menor edad.

 

En este mismo periodo aumentaron también las demandas de los tratamientos por consumo de cannabis. Aunque la prevalencia de trastorno por consumo de cannabis se ha mantenido estable, pero en este caso concreto los datos disponibles son menos precisos.

 

España en tercer lugar como mayor consumidor de cannabis en Europa

 

Todos estos datos ponen de manifiesto que es necesario recordar que consumir o ser adicto al cannabis es algo que tiene repercusiones en todas las franjas de edad, en especial a partir de los 40 años, rango de edad en que aparecen problemas cardiovasculares, respiratorios o cognitivos. El estudio pone énfasis a que "la potencia del cannabis es mucho mayor ahora que hace diez años. La presencia de THC se ha triplicado en el caso del hachís y también para la marihuana, aunque de forma menos marcada".

 

"Es necesario conocer la prevalencia de consumo de cannabis en Europa, así como la aparición de trastornos por uso de cannabis para poder adaptar mejor el tratamiento y poder plantear una legislación acorde a las necesidades de la población que no deje de proteger la salud pública de los ciudadanos".