Investigadores del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), de la Universidad de Cádiz y el Instituto de Investigación e Innovación Biomédica de Cádiz (INiBICA), y del Institut Hospital del Mar dInvestigacions Mèdiques (IMIM) de Barcelona publican que, aquellas personas que son consumidoras habituales de cannabis presentan en las células del neuroepitelio olfativo toda una serie de alteraciones parecidas a las que se detectan en personas con trastornos mentales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el síndrome de DiGeorge.

 

Las conclusiones se publicaron en la revista 'Molecular Neurobiology'. El estudio se centró en evaluar las alteraciones a nivel celular y en vías de señalización del neuroepitelio olfativo de consumidores de cannabis. En este tejido la diferenciación de las células dar lugar a nuevas neuronas, en este caso olfativas y este proceso continúa durante toda la vida, por lo que el análisis de estas células resultaría útil para investigar eventos relacionados con la progresión de enfermedades que afectarían a las neuronas del cerebro, ya que podrían reproducirse cambios similares en ambos tipos.

 

En el trabajo se analizaron a seis sujetos consumidores habituales de cannabis con otros siete que no lo eran. Las muestras detectaron el parecido en estas células concretas que se ubican en la parte superior de las fosas nasales. Estas similitudes pueden insinuar una posible conexión entre estar consumiendo drogas con la posibilidad del riesgo de sufrir patologías psiquiátricas.

 

Se identificaron hasta 65 proteínas que se expresaron de forma diferente en las células del neuroepitelio olfativo de consumidores de cannabis y los sujetos no consumidores. Demostrándose que las células del neuroepitelio olfativo procedentes de consumidores de cannabis adultos presentan alteraciones morfológicas, de su citoesqueleto, así como en su capacidad de adhesión, su ciclo celular, crecimiento y proliferación.

 

El interior de la nariz de los consumidores de cannabis se parece al de los enfermos mentales

 

Según Esther, investigadora del CIBERSAM, la Universidad de Cádiz y el INiBICA que ha coordinado este nuevo estudio, comenta que, "todos estos procesos celulares son importantes para el desarrollo, el mantenimiento y la función del cerebro”. “A través del análisis proteómico, demostramos que en los consumidores de cannabis se producen una serie de alteraciones en vías funcionales que ya habían sido implicadas en cáncer, patologías gastrointestinales y enfermedades del neurodesarrollo".

 

Concretamente 19 proteínas implicadas en el desarrollo y la actividad del sistema nervioso reprodujeron en los sujetos consumidores de esta sustancia alteraciones que además se han descrito en trastornos mentales y patologías cerebrales. Así los investigadores afirman que, "específicamente, encontramos alteraciones similares en enfermedades mentales y neurológicas como el síndrome de DiGeorge, esquizofrenia y trastorno bipolar".

 

Como a partir de las células del neuroepitelio olfativo se regeneran las neuronas sensoriales olfativas, ahora, junto al actual hallazgo, se puede marcar un punto de partida para analizar 'in vitro' la fisiopatología de las enfermedades mentales y de nuevos tratamientos.