Un equipo de investigadores del Sistema de Salud Mount Sinai, de Nueva York ha descubierto que el acetato, un químico común que se produce cuando el hígado descompone el alcohol, puede ayudar a que las personas adictas al alcohol pueden recaer en la bebida.

 

Además, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas considera que entre el 40 y el 60 por ciento de los enfermos por alcoholismo crónico o recurrente que han pasado por un tratamiento para dejar la adicción al alcohol van a experimentar una recaída.

 

La investigación llevada a cabo conjuntamente por la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai muestra en los resultados como en los ratones el acetato se traslada del hígado al cerebro, en concreto al sistema de memoria donde se controla cómo se expresan los genes neuronales y que estos afectan en el comportamiento de los ratones cuando interactúan con señales ambientales relacionadas con el consumo de alcohol.

 

Shelley Berger, encargada de la dirección del estudio y directora del Programa de Epigenética de Penn comenta: "fue una gran sorpresa para nosotros que el cuerpo utiliza directamente el alcohol metabolizado para agregar productos químicos llamados grupos acetilo a las proteínas que empaquetan el ADN, llamadas histonas, hasta donde sabemos, estos datos proporcionan la primera evidencia empírica que indica que una porción de acetato derivada del metabolismo del alcohol influye directamente en la regulación epigenética en el cerebro".

 

Ya en 2017 en un artículo publicado en la revista 'Nature' el doctor Philipp Mews, ahora uno de los principales investigadores del nuevo estudio, exestudiante graduado en el laboratorio de Berger y actualmente becario postdoctoral en el Friedman Brain Institute en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York, relata que "nuestro equipo en el laboratorio de Berger había descubierto previamente que ACSS2 'alimenta' una maquinaria completamente nueva de expresión génica 'in situ' en el núcleo de las células cerebrales para activar genes de memoria clave después de aprender, entonces supimos que el factor metabólico ACSS2 es necesario para generar nuevos recuerdos".

 

Un derivado del alcohol favorece cambios en el cerebro que ayudan a caer otra vez en la adicción

 

En el presente estudio los investigadores utilizaron alcohol previamente marcado con isotopos para poder rastrearlo junto a sus productos de descomposición, de esa forma podía ver su recorrido dentro del cuerpo del animal utilizando la prueba de la espectrometría de masas avanzada. Con este rastreo se vio como recorría el cuerpo del ratón y que el metabolismo del alcohol afectaba la acetilación de histonas en el hipocampo (el centro del cerebro para el aprendizaje y la memoria): depositando directamente grupos acetil derivados del alcohol en las histonas a través de una enzima llamada acetil-CoA sintetasa 2 (ACSS2).

 

Esta contribución de la acetilación de histonas en las neuronas a través de la enzima ACSS2 representa un camino totalmente nuevo de distribución del alcohol para afectar al cerebro, destacando su participación no únicamente en la expresión génica sino también en el aprendizaje concerniente al alcohol.

 

A fin de entender claramente que estos cambios provocados por el alcohol en la expresión génica afectan finalmente en el comportamiento, los investigadores expusieron a los ratones a recompensas neutras y de alcohol en diferentes compartimentos de su entorno de vida diferenciados por señales ambientales.

 

Transcurrido un tiempo de acondicionamiento se empezaron a medir las preferencias de los ratones que podían acceder de forma libre a cualquiera de los compartimentos ya comentados y finalmente se registró el tiempo que permanecían en la cámara donde ofrecían alcohol.

 

Los investigadores descubrieron que aquellos ratones con actividad normal de ACSS2 en sus cerebros permanecían más tiempo en el compartimento de alcohol y que cuando redujeron el nivel de la proteína ACSS2 en sus cerebros, en los ratones la preferencia por el compartimento de alcohol no fue favorecida sobre el compartimento neutral.

 

Según el doctor Egervari, "los datos nos indican que la formación de memoria relacionada con el alcohol requiere ACSS2", a lo que el doctor Mews añade, "esto es significativo porque en los trastornos por consumo de alcohol, la memoria de las señales asociadas con el alcohol es el principal impulsor del deseo y la recaída, incluso después de períodos prolongados de abstinencia".

 

"Nuestros hallazgos establecen un vínculo directo entre el metabolismo del alcohol y la acetilación de histonas en el hipocampo, lo que indica que las estrategias de tratamiento traslacional dirigidas a este nexo metabólico-epigenético pueden allanar el camino para nuevas intervenciones terapéuticas para el consumo de alcohol y otros trastornos neuropsiquiátricos".

 

En otra parte del estudio, los investigadores descubrieron que los ratones en estado de gestación, los grupos acetilo marcados con alcohol se añadían a las células cerebrales de los ratones en desarrollo en el útero. Los cerebros fetales mostraron que la exposición a "consumo excesivo de alcohol", paralela al etiquetado materno de la acetilación de histonas neuronales, dio como resultado que el acetato derivado del alcohol se depositara en las histonas en las áreas fetales del cerebro anterior y medio durante el desarrollo neuronal temprano en los ratones.

 

Esto expone un mecanismo potencial no anticipado de cómo funcionan los trastornos del espectro alcohólico fetal que puede ayudar en la lucha contra el síndrome de alcoholismo fetal.