En Estados Unidos se realizó un estudio entre los pacientes que disponían de una tarjeta de marihuana medicinal para tener acceso a productos de cannabis para tratar el dolor, la ansiedad o los síntomas de la depresión. Según los resultados, en una minoría significativa de individuos, este consumo los llevó a la aparición del trastorno por consumo de cannabis (TCC), al tiempo que no mejoraron sus síntomas.

 

Los investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) publicaron los resultados en la revista 'JAMA Network Open', exponiendo que los individuos con mayor riesgo de desarrollar los síntomas adictivos del TCC eran los que buscaban en el cannabis el alivio a su ansiedad o depresión. Estos resultados ponen de manifiesto que hay que mejorar su dispensación, uso y seguimiento por parte de un profesional a dichas personas que están obteniendo legalmente dicha droga a través de las tarjetas de acceso.

 

Actualmente, en Estados Unidos ya son 36 estados y el Distrito de Columbia donde se está comercializando el cannabis gracias a las tarjetas de marihuana medicinal. Para obtener este tipo de tarjetas se requiere de la aprobación por escrito de un médico con licencia que, según el sistema médico actual, no es el que facilita la atención primaria a dicho paciente. Solo un ‘médico del cannabis’ puede facilitar al paciente dicha autorización. Para obtener la autorización de estos médicos únicamente le realizarán al paciente un simple examen superficial, a parte, no se le informará si para su caso existen otras recomendaciones/tratamientos alternativos a dicha droga. Si finalmente se le ha facilitado al paciente la tarjeta de acceso a la marihuana medicinal, ningún médico le va a hacer el seguimiento de cómo evoluciona. En la actualidad toda la industria que está moviendo la marihuana con fines medicinales no está bajo ninguna norma reguladora, quedando esta al margen de las que si se aplican a la mayoría de los campos de la medicina.

 

Jodi Gilman, autora principal del estudio y doctora del Centro de Medicina de la Adicción del MGH comenta que, "se han hecho muchas afirmaciones sobre los beneficios de la marihuana medicinal para tratar el dolor, el insomnio, la ansiedad y la depresión, sin que existan pruebas científicas sólidas que las respalden".

 

"En este primer estudio de pacientes aleatorizados para obtener tarjetas de marihuana medicinal, aprendimos que puede haber consecuencias negativas en el uso del cannabis con fines médicos. Las personas con síntomas de dolor, ansiedad o depresión no informaron de ninguna mejora, aunque las que padecían insomnio experimentaron una mejora del sueño".

 

Entre los investigadores les preocupó el hecho de que los individuos con síntomas de ansiedad o depresión -dos de las afecciones más comunes para las que se busca el cannabis medicinal- fueran las más vulnerables a desarrollar un trastorno por consumo de cannabis. Los síntomas que se desarrollan y se manifiestan por el TCC engloban la necesidad de más cannabis para superar la tolerancia a la droga, y el consumo continuado a pesar de los problemas físicos o psicológicos causados por el propio cannabis.

 

Hay riesgos en la marihuana medicinal

 

Los ensayos para dicho estudio se iniciaron en 2017 con 269 individuos, englobados en una media de edad de 37 años, además, vivían dentro del área metropolitana de Boston y eran personas interesadas en obtener una tarjeta de marihuana medicinal. Entre estas personas se crearon 2 grupos; a un grupo se le permitió obtener la tarjeta inmediatamente, mientras que, al segundo grupo, diseñado para servir de control, se le pidió que esperara 12 semanas antes de obtener una tarjeta.

 

A lo largo de 12 semanas, el grupo de investigación procedió a realizar el seguimiento de los dos grupos, lo que les llevó a descubrir que las probabilidades de desarrollar un TCC eran casi dos veces mayor en las personas con tarjetas que en el grupo de control de la lista de espera, a estos resultados hay que sumar que en la semana 12, el 10% del grupo de tarjetas de cannabis medicinal había desarrollado un diagnóstico de TCC, y la cifra aumentaba hasta el 20% en los que buscaban una tarjeta por ansiedad o depresión.

 

"Nuestro estudio subraya la necesidad de mejorar la toma de decisiones sobre el inicio del consumo de cannabis para dolencias médicas específicas, en particular los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, que se asocian a un mayor riesgo de trastorno por consumo de cannabis".

 

Como conclusión al estudio, el equipo de la Dra. Gilman está convencido que, independientemente de la dolencia específica para la que se busque el cannabis medicinal, hay que realizar muchas mejoras en la regulación y la distribución de la droga entre las personas que disponen de una tarjeta de marihuana medicinal. "Es necesario que haya una mejor orientación para los pacientes en torno a un sistema que actualmente les permite elegir sus propios productos, decidir su propia dosis y, a menudo, no recibir atención de seguimiento profesional".