La controversia sobre el uso del cannabis continúa vigente. Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ponen de manifiesto que esta droga no es inocua, pues dispone del potencial suficiente como para promover daños en el organismo a corto y medio plazo (cáncer, afectación de los sistemas cardiovascular, respiratorio y sistema nervioso central) y multiplicar por cinco el riesgo de psicosis.

 

En España existe la posible legalización del cannabis para usos medicinales. Una subcomisión creada en 2021 en el Congreso de los Diputados analiza las experiencias de otros países con la regulación del cannabis medicinal. El Dr. Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR alerta que, "si se produce la legalización del cannabis, que no olvidemos que es una droga, se incrementará la accesibilidad para adquirirla y la aceptación social de la misma, poniendo en serio peligro la salud física y mental de la población y, en especial, de nuestros adolescentes".

 

Desde el 8 de marzo de 2022, ha habido comparecencias de 23 expertos de distintos países de la Unión Europea, así como de organismos médicos, farmacéuticos y asociaciones de pacientes, y la subcomisión se ha reunido cinco veces. Ahora sus miembros, tienen hasta finales de junio para acordar las conclusiones y decidir si se legaliza el cannabis con fines medicinales y en qué términos: qué tipos de productos se pueden prescribir, para qué pacientes y en qué dolencias, entre otros aspectos.

 

"En los últimos años, en nuestro país, ya se ha observado un incremento del consumo de cannabis y de sus derivados, solo o combinado con el tabaco. Además, mensajes de determinados grupos de opinión sobre la inocuidad de esta droga y sus usos terapéuticos no hacen más que normalizar la conducta de consumirla, especialmente entre la población adolescente".

 

Se alerta de no banalizar el consumo de cannabis entre los jóvenes al poder causar daños y multiplicar por 5 el riesgo de psicosis

 

Los efectos que provoca el cannabis en los adolescentes está asociado a trastornos de memoria y aprendizaje, así como a trastornos emocionales, aumentando significativamente entre los jóvenes la posibilidad de desarrollar depresión. Existen investigaciones que han demostrado un menor rendimiento escolar en jóvenes consumidores de cannabis y de entre ellos hay un porcentaje alarmante que acaba adicto a la droga.

 

Parece quedar claro que no debe banalizarse el consumo de esta droga, ya que ocasiona daños graves a corto y largo plazo sobre el aparato respiratorio, cardiovascular y sistema nervioso central.

 

Dentro de sus posibles usos terapéuticos nada tienen que ver con el consumo recreativo de esta droga y deberían estar restringidos a un mínimo porcentaje de la población que cumpla unos criterios específicos.

 

Por último, se considera que se deberían de evitar mensajes, tanto en medios de comunicación como en los grupos de opinión, sobre su inocuidad y solicitando su legalización, ya que producen una normalización en su consumo, especialmente en los grupos más vulnerables como los adolescentes.