En la revista 'eNeuro' se ha publicado la investigación que muestra en ratones que, sufrir de una falta de sueño puede incrementar el efecto de recompensa en el cerebro facilitando el caer en su abuso.

 

La carencia de descanso y la cocaína están estrechamente relacionados, pues su consumo, tanto agudo como crónico, provocan alteraciones en el sueño, lo interrumpen, favoreciendo el recaer en su adicción.

 

Este estudio muestra cómo el sistema de orexina, que influye en los comportamientos motivados y adictivos a través del péptido orexina, puede ser la base de la relación: la actividad de la orexina aumenta durante la privación del sueño y el bloqueo de los receptores de orexina reduce la búsqueda de recompensas.

 

Durante el estudio acondicionaron a diversos roedores para que asociaran una habitación con la cocaína y registraron cómo la falta de sueño afectaba a su capacidad para desarrollar una preferencia por la habitación de la cocaína.

 

 Dormir poco aumenta las propiedades placenteras de la cocaína aumentando su adicción

 

De esta forma los ratones privados de sueño mostraron una preferencia por una dosis más baja de cocaína. Esa misma dosis de cocaína no afectó a los ratones descansados. También los roedores formaron un vínculo más fuerte por una dosis estándar de cocaína, lo que indica un aumento en la cantidad de cocaína de recompensa proporcionada. El bloqueo del sistema de orexina redujo la mayor preferencia por la cocaína provocada por la falta de sueño.